La Comunidad ha logrado la recuperación de la rana ibérica en Peñalara tras décadas de ausencia en esta zona de la Sierra de Guadarrama.
El motivo de su desaparición fue la presencia de ciertas especies silvestres que se introdujeron en los años setenta para fomentar el deporte de la pesca, una situación que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha logrado corregir a través de un laborioso trabajo.
El director general de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha soltado 200 ejemplares de estos anfibios en la zona de las Lagunas del Parque Natural de Peñalara, en pleno corazón de la Sierra de Guadarrama. Se trata de una especie muy exigente con la calidad del medio en el que se desarrolla, por lo que su presencia garantiza el buen estado de esta zona de la sierra madrileña. Guadarrama cuenta con una riqueza faunística que reúne a 1.280 especies.
Los ejemplares introducidos han sido criados en el Centro de Cría en Cautividad de Anfibios Amenazados ubicado en Rascafría y con ellos son ya unos 1.000 los ejemplares de esta misma especie que se han soltado en esta zona de Madrid para recuperar a este anfibio.
El éxito de la recuperación de la rana ibérica en Peñalara es fruto de los trabajos que comenzaron en 2005 cuando fueron introducidos los primeros ejemplares en distintas zonas del parque: la Hoya de Pepe Hernando y la de Peñalara. Lo primero que se hizo fue un estudio del terreno que determinó la presencia de especies alóctonas que desplazaban a la rana ibérica.
El problema era la presencia del salvelino, un pez de la familia de los salmónidos, que había colonizado gracias a las introducciones que se hicieron para la práctica de la pesca en Peñalara en los setenta. Para la captura de estos ejemplares se ha utilizado la técnica de la pesca eléctrica, un método muy poco invasor, que no altera el medio y que consiste en adormecer al salvelino para poder retirarlo con mayor facilidad.
Una vez desaparecido este salmónido, y tras eliminarse la práctica de la pesca de esta zona del Parque, se procedió a la suelta de ejemplares de rana ibérica en distintas épocas, habiéndose alcanzado un millar con esta última suelta. Los trabajos incluyen el seguimiento de los anfibios a través de los equipos de grabación automática de cantos (frogloggers) instalados en los humedales y muestreos nocturnos periódicos de adultos y diurnos de larvas para analizar los éxitos de las reintroducciones.
Fuente: espormadrid.es MiguelS