Cuestión de suerte?
El Sentido de la Vida
Hacerse 500km desde los madriles hasta el pirineo con una méteo variable y sin condiciones aseguradas puede minar la motivación de cualquiera, pero afortunada mente yo contaba con la sobredosis de ganas de Javi, que no quiso escuchar mis propuestas de sol y roca e insistió hasta convencerme para probar suerte otra vez con el hielo y la nieve.
La idea inicial era como siempre, disfrutar del máximo tiempo posible en montaña, queríamos aproximaciones largas y zonas con ambiente sin demasiado personal, ¿un sueño?, quizás, pero nosotros lo intentamos. Nos fijamos como objetivo el corredor al Clot de la Hount, Dsup. En la línea de lo que estábamos haciendo hasta ahora, pero en lugar de elegir la aproximación más corta al refugio des Oulettes de Gaube, desde Pont d’Espagne, decidimos entrar desde Panticosa, pasando por los Ibones de Brazato hasta el cuello del mismo nombre y luego conectando con el valle del Ara hasta el collado de los Mulos para descender finalmente al refugio. Esta opción disminuía la kilometrada que me tenía que meter yo (Javi venía de Toulouse) y aumentaba la belleza y longitud de la aproximación.
El sábado nos plantamos en la entrada del Balneario, plantamos la furgoneta poco antes del control de seguridad de acceso al Balneario: “Sólo con reserva caballero!” Nos informó amablemente el guarda de la entrada…
El domingo por la mañana amaneció un día espléndido, parecía que la meteo nos sonreía de nuevo y los augurios del INM no iban a cumplirse. Preparamos todos los trastos y a pesar de la escasez de nieve que podíamos observar en cara sur decidimos como en el Aneto, aproximar con esquís, pues la nieve primavera es penosa cuando se reblandece y la aproximación era muy larga para andar perreando con la nieve mucho tiempo.
Atravesar el Balneario fue divertido y triste a la vez, pues no fue evidente encontrar el sendero con la cantidad de obras que había ¿qué pretenden hacer allí? Vimos casi media docena de gruas, un parking gigantesco de varias plantas a medio construir…Aceleramos el paso para dejar atrás el snobismo que se masticaba por todas partes.
Empezando la aproximación
Peña Telera al fondo
Llegando al embalse de Brazato
Cambio climático
La muralla de Vignemale
El Clot de la Hount estaba seco como la mayoría de los corredores de Vignemale, sin embargo el grupo de jóvenes alpinistas con Simón Elías a la cabeza, acababan de irse y durante su actividad había visto que la cascada de salida del Gaube estaba formada.
¡El Gaube! Javi y yo nos mirábamos, mucha tela para nosotros…pero había que darle un tiento, no siempre se le tiene tan cerca. Además este año apenas si lo había repetido una vez dada las malas condiciones. Dicho y hecho, si el tiempo acompañaba al día siguiente intentaríamos escalarlo.
A las 4 de la mañana sonó la alarma, según Jean la mejor hora para salir eran las 5 así que teníamos una hora para desayunar y mentalzarnos.
La vía: Couloir Gaube a la Pique Longue, MD, IV, 600m
Aproximadamente 1h hasta el cono de deyección del couloir, a través del plató primero y luego ganado altura evitando los pocos seracs que aún quedan por la derecha.
Escalada:
La nieve estaba bien transformada y no era muy abundante, aun así la rimaya estaba completamente cubierta por lo que no tuvimos dificultades en pasarla.
La pendiente inicial ronda los 45º, al ser la nieve compacta pero no demasiado avanzamos sin encordar mientras el corredor se iba estrechando poco a poco.
Inicio del corredor
Aún sin cuerda superamos algunos resaltes cortos de hielo sin demasiadas complicaciones.
Resalte
Ambiente!!
Ultimos metros hasta la cascada
El hielo era bueno hasta la repisa debajo de la bóveda de la cueva, pero después se tornaba quebradizo y a los tornillos les costaba morder. Con la cabeza llena de los consejos del maestro Jose, fui poco a poco superándome, mimando el hielo, sin maltratarlo ni aporrearlo. Finalmente me vi superando el láteral de la bóveda y la mayor dificultad. Habíamos salido, habíamos escalado el gaube y sólo unos metros me separaban de una reunión cómoda en roca. Me invadió una enorme felicidad. Pero aún tenía que subir Javi. En ese momento me di cuenta de que, con la tensión del momento me había subido la cámara conmigo y nos íbamos a quedar sin fotos de la casacada!Bueno lo importante son las sensaciones, auque siempre queda esa espinilla de revivir el momento a través de la imagen.
Pique Longue
Hacia el refugio
Tal y como empezaba este artículo, los montañeros debemos poner de nuestra parte para superarnos en montaña, pero a veces hay que agradecerle a esta última que haya sido benevolente, al menos por esta vez.
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Corredor Gaube
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