El Real Sitio de La Granja está situado
en la vertiente norte de la sierra del Guadarrama, a 11 kilómetros de
Segovia Capital y a unos 87 kilómetros de Madrid.
Los origenes de este Real Sitio se remontan al año 1450, cuando el Rey EnriqueIV de Castilla, mando construir una ermita dedicada al Arzobispo San Ildefonso. Se cuenta que la gran devoción a San Ildefonso, fue debida a que se libró de un grave peligro en una de sus cacerías por los montes de Valsaín.
Los Reyes Catolicos, en 1477, donaron la ermita y terrenos adyacentes, a los monjes del monasterio de El Parral.
Los Jeronimos, a mediados del siglo XVII, construyeron en esos terrenos una granja, que sirvio de residencia para los monjes, dando lugar a La Granja de San Ildefonso.
Más de 200 años despues de la donacion de los Reyes Catolicos, Felipe V conocio estos bosques en una de sus visitas al Palacio de Valsaín, y concibio la idea de construir un Palacio en este lugar, al igual que hizo su abuelo Luis XIV, en Versalles.
Su nombre proviene de una antigua granja que los monjes jerónimos del monasterio segoviano de El Parral tenían aquí.
Felipe V se retiró a este lugar en 1724 y durante los veinte años siguientes engrandeció los jardines y el palacio, que fue usado como residencia de verano por todos sus sucesores hasta Alfonso XIII. Recientemente, se han acometido trabajos de restauración y de reordenación de las colecciones en los Salones Oficiales que nos permiten volver a la época de Felipe V.
Son de gran interés las bóvedas pintadas al fresco, los cuadros y el mobiliario de los siglos XVIII y XIX.
También destacan la Sala de Lacas, los cuadros realizados por Panini, y el museo de tapices donde se expone, entre otras, la serie del Apocalipsis, obra bruselesa del Siglo XVI.
Los jardines son uno de los mejores ejemplos que hoy se conservan de los jardines del siglo XVIII, realizado por el arquitecto francés René Carlier; está formado con parterres y bosquetes delimitados con paredes de vetación formadas con carpe, y alineaciones de árboles, en especial tilos y castaños de Indias. En el siglo XIX se introdujeron nuevas especies, sobre todo coníferas como las
También destacan la Sala de Lacas, los cuadros realizados por Panini, y el museo de tapices donde se expone, entre otras, la serie del Apocalipsis, obra bruselesa del Siglo XVI.
Los jardines son uno de los mejores ejemplos que hoy se conservan de los jardines del siglo XVIII, realizado por el arquitecto francés René Carlier; está formado con parterres y bosquetes delimitados con paredes de vetación formadas con carpe, y alineaciones de árboles, en especial tilos y castaños de Indias. En el siglo XIX se introdujeron nuevas especies, sobre todo coníferas como las
Estatuas de mármol blanco, y jarrones del siglo XVIII, decoran los parterres y avenidas del jardín, que se completan con grandiosas esculturas en las fuentes, en plomo pintado imitando bronce. Destacan las de Neptuno, Apolo y Andrómeda en la amplia perspectiva de las Carreras de Caballos; la Cascada de Anfítride, ante el Palacio; y las de las Ocho Calles, el Canastillo, los Baños de Diana y la Fama.
El agua que alimenta sus surtidores llega desde un gran depósito llamado El Mar, situado por encima de la zona ajardinada. Por la fuerza de la gravedad, como en el siglo XVIII, el agua de algunos surtidores alcanza los 40 metros de altura, como el de la fuente de la Fama.
Ayuntamiento de San Ildefonso