Dos cachorros fueron arrollados en diciembre en Sigueruelo, y este fin de semana apareció muerto un adulto en Palazuelos de Eresma
Tres lobos han aparecido muertos en dos carreteras de la provincia de Segovia, situadas en la falda de la Sierra de Guadarrama, en el último mes y medio, corroborando que la especie está totalmente asentada en dicho espacio natural.
A inicios de diciembre, agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León recogieron, en término municipal de Sigueruelo, dos cachorros que habían sido atropellados por un vehículo al intentar cruzar la N-110. A ellos se une otro ejemplar, adulto, muerto el pasado fin de semana a la altura del kilómetro 117 de la CL-601 (Palazuelos) y recogido por el Seprona. En los tres casos, los ejemplares serán remitidos al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid para su estudio.
En los últimos años, los atropellos se han convertido en una de las principales causas de mortalidad de los lobos en la provincia de Segovia. Como ejemplo, en los últimos meses de 2007 murieron cuatro lobos atropellados en la comarca de Cuéllar. Aunque el lobo es más adaptable de lo que se había supuesto, la proliferación en infraestructuras y el aumento del número de vehículos ha elevado la mortalidad por atropello, reduciendo en algunos casos el vigor de las poblaciones.
Un experto consultado ayer por esta Redacción consideró que los tres atropellos “no supondrán una merma importante” de la población de la especie en la provincia.
Segovia alberga en la actualidad seis o siete manadas de lobos, cifra que se mantiene prácticamente estable en los últimos años, después de que la especie recolonizara a finales de los años 90 con rapidez la provincia. Aunque la densidad de lobos en Segovia sigue considerándose baja, no es menos cierto que las manadas están distribuidas por toda la provincia. De acuerdo con varios biólogos expertos en el tema, el número de grupos familiares podría crecer en Segovia hasta ocho o nueve, no más.
Fuente: El Adelantado
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