Otro invierno más a nuestras espaldas, con la ilusión de poder disfrutar de esa escalada que tanto nos engancha, el hielo. Otro año más se ha organizado en Ouray, en los Estados Unidos, el popular y cada vez más famoso festival de hielo.
Una semana llena de actividades en la Suiza de América.
Muestras de material, clases de escalada, competiciones, proyecciones de diapositivas… Todo ello tuvo cabida del 11 al 15 de enero en la localidad norteamericana durante el festival, que este año contó con una organización estupenda, dentro de unos parámetros dignos de admiración.
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La participación de competidores fue mayor que la de años anteriores y la asistencia de público superó las expectaciones previstas. La presencia en el festival de escaladores como Steve House, Vince Anderson o Will Gadd, por citar algunos, ayudó en gran medida al éxito del festival. En definitiva, una buena excusa para cambiar de aires y compartir impresiones con otros amantes de la escalada en hielo.
El pueblo de Ouray es conocido como la Suiza de América. Un antiguo pueblo minero en pleno corazón del macizo de las San Juan Mountains, en las Rocosas de Colorado. El pueblo se halla al final de un empinado valle rodeado de numerosas cumbres que sobrepasan los 4.000 metros, destacando de entre ellas la cumbre afilada del Monte Snaffles.
Gadd ganó las competiciones de dificultad y velocidad |
El pueblo se halla formado de casas pequeñas de estilo Victoriano, muchas de ellas construidas a finales del siglo XIX. Después del apogeo minero, a mediados del siglo XX, Ouray se convirtió en un importante centro de turismo rural, sobre todo en época estival. Las pistas y caminos que en su día sirvieron a los mineros para poder recoger y transformar el oro y la plata hoy en día se emplean como elementos recreativos mediante el uso de vehículos todo terreno o bicicletas de montaña.
Los amantes de la montaña disponen también de un amplio escenario de juego y diversidad de actividades a realizar. Escalada en roca, travesía de crestas y aristas, ascensión de picos de 4.000 metros, esquí de montaña, y sobre todo en invierno, escalada en hielo.
El Box Canyon se halla situado a tan solo 5 minutos del centro del pueblo. Hace ahora 12 años, el cañón sólo disponía de aproximadamente unas diez cascadas de hielo. Hoy en día, en el Box Canyon podemos encontrar un total de 180 cascadas de hielo, y muchas de ellas a tan sólo dos minutos del coche. Y todo ello gracias al trabajo y la labor de Jeff Lowe y otros locales del pueblo. Desde hace casi un siglo, un sistema de tuberías recorría la parte superior del cañón. Muchas de estas tuberías se hallaban corroídas por el paso de los años, agujereadas y perdiendo agua. Gracias a tal fuga de agua se empezaron a formar mas cascadas de hielo, debido al flujo continuo durante el invierno.
Ouray recibió visitantes de muchos países |
Jeff Lowe
Hace 10 años, Jeff Lowe y otros locales se dedicaron a arreglar y reemplazar las tuberías de agua, añadiendo elaborados sistemas de irrigación, con el fin de aumentar el número de cascadas de hielo. Actualmente el parque de hielo de Ouray requiere de una atención diaria, regulando el caudal de agua según las necesidades del hielo, y confeccionando cascadas de todas las dificultades y niveles. El trabajo de innovación realizado a través de los últimos años ha sido increíble. Hoy disponemos de anclajes y reuniones a prueba de bombas en la cima de cada cascada, con el fin de asegurar al compañero o montar una polea. Una pasarela de madera y metal recorre tales reuniones, facilitando la aproximación.
Al fondo del cañón disponemos de cascadas de hielo fáciles, ideales para el aprendizaje o la enseñanza. En el puente superior se hallan cascadas solamente destinadas para escalar de primero y no en polea. Entre el puente superior e inferior disponemos de cascadas mixtas, equipadas con parabolts, ideales para la práctica del dry-tooling. En definitiva, gustos para todos.
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Las temperaturas durante el invierno en las Montañas Rocosas de Colorado suelen se extremas, debido en parte a la altura y al aislamiento del terreno. No es extraño esquiar o escalar en hielo con temperaturas que ronden los 30 o 40 grados bajo cero, de frío totalmente seco. De ahí la perfecta nieve en polvo de las Rocosas, y la formación de cascadas de hielo por doquier. Mucho frío normalmente por la noche y temperaturas un poco mas agradables durante el día, eso sí, dependiendo de la altura en la que nos encontremos.
El parque o “granja” de hielo de Ouray abre normalmente la primera semana del mes de diciembre y el hielo es escalable hasta aproximadamente finales de abril. Si lo que deseamos son escaladas de más aventura, el menú también está servido. A pocos minutos de Ouray, siguiendo la carretera del Camp Bird, disponemos de cascadas naturales de cuatro o cinco largos, así como variedad de tan solo un largo. A unos 40 minutos de Ouray, en los pueblos de Silverton y Eureka, disponemos de multitud de cascadas de 300 metros de desnivel, en plena montaña y de acceso bastante sencillo (al margen del peligro de avalanchas). Otras zonas de interés en escalada en hielo son Rifle, Vail o las que se encuentran alrededor del pueblo de Telluride.
Anderson (izda.) y House fueron la gran atracción |
Competición
Durante los días 11 y 12 de enero se celebraron las pruebas eliminatorias de escalada de dificultad en Ouray, de cara a la competición final a realizar el sábado 14. Un total de 34 escaladores lucharon por la final, de los cuales 23 pasaron a ella, siendo las pruebas comunes para hombres y mujeres. Al mismo tiempo, los fabricantes de los productos más populares del mundo de la escalada en hielo abrían sus carpas al público con el fin de ofrecer, de manera gratuita, la posibilidad de probar sus productos en las cascadas. Nuevos diseños de piolets, crampones, botas, cascos, etc, se dieron cita en el festival. Clases y seminarios de escalada dirigidos por escaladores de vanguardia también estuvieron a disposición del público.
El sábado se celebró la prueba final de la competición de dificultad. Un total de 23 escaladores se prepararon para pasar el difícil test final. Steve House y Vince Anderson centraron muchas de las atenciones de los asistentes, debido a la nueva ruta que abrieron la pasada temporada en la pared del Rupal en el Nanga Parbat. No obstante, la pareja no pudo pasar de la primera mitad de los tramos de mixto de la vía. Una vía, este año, de tremenda dificultad, y que tan solo dos escaladores pudieron completar hasta el final.
El primer tramo de la ruta se trataba de una escalada puramente en hielo, vertical y mantenida. A mitad de la ascensión una pequeña repisa ofrecía un descanso a los competidores ya de cara al tramo de roca: un tremendo desplome en diagonal hacia la izquierda, asegurado con parabolts hasta el final, en donde una salida en hielo terminaba con las dificultades.
Steve House, escalando en hielo |
Antes de emprender el tramo de roca los escaladores cambiaban de asegurador, con el fin de evitar cuerdas flojas durante la escalada del desplome. De los 23 finalistas solo Will Gadd y Harry Berger pudieron finalizar la vía dentro de los 20 minutos de tiempo máximo de los que disponía cada escalador. El resto del grupo se cayó siempre antes de finalizar el desplome. Gadd le sacó sólo unos pocos segundos al austríaco Harry Berger, por lo que se llevó la victoria. El tercero fue Rich Marshall.
La alemana Ines Papert, ganadora de la competición del año pasado, no tuvo suerte esta vez y terminó en medio de la clasificación general, pero primera dentro de la clasificación femenina. Por detrás de ella, la italiana Anna Toretta, en lo que fue un preludio de las posiciones que ocuparían una semana más tarde en la primera prueba de la Copa del Mundo, en Val Daone.
El nivel técnico de todos los participantes fue muy alto, ofreciendo un gran espectáculo y demostrando la gran popularidad que la escalada mixta está adquiriendo, tanto en Norteamérica como en Europa.
Por la noche se celebró una cena y subasta en el Centro de Convenciones, con cerveza y lasaña para todos. Al mismo tiempo, Steve House presentó una proyección de diapositivas sobre la escalada que realizó, con Vince Anderson, en el Nanga Parbat. El lleno fue total.
Al día siguiente, se celebró la prueba de escalada de velocidad en hielo. Los escaladores, asegurados en polea, ofrecieron una buena exhibición. Una vez más, Will Gadd se subió al lugar más alto del podio, seguido en esta ocasión del local Vince Anderson.
Un buen festival, con buen ambiente y participación llena, tanto por parte del público como de los participantes
Texto y fotos: José Carlos Iglesias
Guía de Montaña UIAGM
Colorado
Fuente: www.barrabes.com