Mucho trabajo, esfuerzo y dedicación mezclando el trabajo con su deporte favorito, con la suerte de vivir temporalmente en los EE.UU.
Elías de Andrés Martos (Segovia 1978) Montañero segoviano afincado temporalmente en Vail, en el corazón de las Montañas Rocosas de Colorado (EE.UU.) y miembro del club deportivo Aguacero de nuestra ciudad. Ha realizado expediciones por todo el continente americano, desde Alaska (Makinley) a la Patagonia (travesía del Campo de Hielo Sur, 3ª masa de hielo continental del planeta) pasando por diversos picos de los Andes peruanos (Artesonraju o Tocallaraju entre otros) y Argentinos (Aconcagua, techo de América o el Cerro Plata) y por supuesto las Rocosas de Colorado, donde docenas de picos de alrededor de 4000m se llevan convirtiendo desde hace unos años en el “patio de juego” de Elías.
Estoy cerca de conseguir la ascensión a 100 cumbres de más de 4000 metros. Tras terminar hace 2 años el Colorado 14000 Grand Slam, consistente en la ascensión de los 57 picos de más de 14000 pies (4267m) de las Rocosas de Colorado, y después de hacer ciertas expediciones por el continente Americano (Rocosas, Andes y Alaska,) me encuentro con 92 cumbres de más de la mencionada altitud (entre picos de 4000, 5000 y 6000m.) Un gran impulso fue el trabajar el pasado verano como guía en el Monte Rainier (el «Mont Blanc americano») con Rainier Mountaineering Inc., la primera compañía de guías de los Estados Unidos, donde me pasé la temporada haciendo múltiples ascensiones al mismo, situado en la cordillera Cascadas del Norte, en el estado de Washington, frente al Pacífico Norte. Con esto y sin pensarlo, mi número de cumbres (incluyendo repeticiones) por encima de esa cota aumentó notoriamente acercándose a las 100.
En estos momentos con la primavera recién empezada y tras un gran invierno de actividad de escalada en hielo (con la ruta The Skylight WI5/M5 como mi máxima consecución en este campo) tengo de cara un proyecto de ascensión a varias cumbres del entorno de los 4000m en la zona donde resido actualmente, Vail (Colorado) como preparación al apretado verano que se avecina. Para finales del mes de abril o mediados de mayo, dependiendo de las condiciones de las montañas, si todo va bien, probablemente haya alcanzado las 100 cumbres. Típico de la estación, donde la nieve empieza a estar más estable y se pueden acometer bonitas e interesantes líneas de escalada, tengo en mente varios proyectos, la mayoría de ascensión de largos y directos corredores, ya que es el tipo de vía que más me gusta, y que si se dan bien espero me aporten las 8 cumbres que me restan para llegar a las 100 de más de 4000m, finalizando de esta manera la puesta a punto para un interesante verano.
Regreso al Makinley. Como mencionaba antes, formo parte de la plantilla de guías de montaña de Rainier Mountaineering, donde comparto filas con el consagrado Ed Viestrus o Dave Hahn, el único ser humano no sherpa que ha subido el Everest en más de 10 ocasiones (11 en total,) posee el récord absoluto de cumbres en el techo de la Antártida (el Vinson, con 27 ascensiones) y la friolera de 19 al McKinley, por poner un ejemplo. Trabajar con esta gente y realizar sesiones de entrenamiento técnico en la montaña con ellos es toda una lección y una fuente de inspiración. Hace poco, me confirmaban desde la oficina de la compañía, a los pies del Monte Rainier, que contaban conmigo para guiar una de las expediciones de esta temporada en Alaska.
Si bien el año pasado ascendí esta montaña de manera personal (primera expedición segoviana al techo de Norteamérica) este año regreso con doble tarea, pues además voy para trabajar como guía para un grupo de 9 montañeros. Tras acabar esta expedición comercial para la que trabajaré, la intención es regresar al campo base del Makinley junto con mis 2 compañeros, justo después, y reintentar de manera rapidísima una nueva ascensión. A favor tendremos el estar perfectamente aclimatados, pero la viabilidad del proyecto dependerá del estado del glaciar, pues me toca ir a últimos de temporada y para cuando acabemos nuestro trabajo con la expedición comercial, el glaciar igual está muy abierto y las avionetas no pueden aterrizar. Pero si todo pinta bien para la logística del transporte, el objetivo sería subir en alpino alguna de las vías de la cara sur- suroeste del Makinley… pero eso todo se verá, ya que la idea de acabar con 3 cimas en el Makinley en el periodo de un año, se antoja un tanto ambicioso y quizá poco realista.
Fuente: CD Aguacero