Tras el intento al Makalu por el Pilar Oeste, finalmente ascencio la via normal, en solitario, en estilo alpino, abriendo huella demostrando una fortaleza fuera de lo normal. Ueli Steck hace balance.
Octubre 8, 2009 Ueli Steck
Desde una semana ya estoy de vuelta en Suiza. Mis pies congelados están consiguiendo poco a poco mejor y he empezado otra vez con mi trabajo saliendo. Cada día la vida está volviendo, lentamente. Sin embargo: Necesito este descanso mal. El Makalu me ha desafiado a la final.
La expedición fue un gran éxito, aunque no llegó a la cumbre por la ruta planeada principalmente sobre el pilar oeste. Las condiciones de la ruta normal, ya eran muy difíciles, de modo que un ascenso en el pilar oeste era simplemente imposible.
Desde el campamento 2 en aprox. 6500 metros de Robert Boesch y Fighted hacia la cumbre. Hemos mantenido el seguimiento alternativamente. Siempre tuvimos que pensar en la menor cantidad de nieve estaba mintiendo. Nos miró hacia donde el sol ya brillaba por un largo tiempo, donde el viento ha soplado lejos de la nieve, o – mejor aún – en caso de avalanchas ya han bajado. Al igual que esto nos seguimiento de hasta 7100 metros y descendió de vuelta al campamento 2, caminando al lado de la pista nos pusimos subiendo, para no destruirlos. De esta manera, el otro día tendríamos tierra buena y firme bajo nuestros pies.
Al día siguiente, Andy Waelchli decide no ir más arriba. Sus dolencias físicas no le permitieron ir más arriba. Robert y yo ascender al campamento 3. Es el último campamento que construimos. Es a 7350 metros sobre el nivel del mar. Desde este punto, es exactamente 1113 metros de la cumbre. Una y otra vez Robert y yo a través de la lucha de las masas de nieve, que son la rodilla. Es a oscuras. Hemos dejado el campo 3 a las 3 de la mañana. Durante un descanso que debe masaje mis pies. Robert se ve después de mi pie derecho, que ya se siente muy similar a la madera. Juntos nos movemos en un máximo de 7900 metros. Allí, Robert decide a descender. Él dice que es demasiado tarde para él. Yo me dio tiempo hasta las 4 pm. Si no estoy en la cima hasta entonces bajaría también. Creo que puedo bajar también por la noche, puesto que ya es mi tema que puede seguir. Así que adelante. Solo. Metros después de metro. Las persianas, pero en realidad no dan calor. Lucho. Trato de comer y beber. El aire es delgado. El lomo, que en la recta final de la cumbre – parece no tener fin. Ni siquiera mirar hacia arriba ya. Entonces, finalmente, estoy allí, en la cumbre. La cumbre está afilada. Este éxito de la Cumbre no tiene ganas de ser algo especial. Rápidamente puedo hacer un autorretrato, me pongo mis guantes gruesos y descender.
Cumbre para Ueli
Esta montaña se me desafió a la última. Una vez más sin embargo siento la consecuencia de este enorme esfuerzo. Nunca en mi vida he luchado esta manera. Al final era una cuestión simplemente de la cabeza. Mi razón me había dicho mucho antes de que se ponga fin a esta tortura. Pero mi voluntad me llevó a la cumbre.
Ahora estamos todos de vuelta sano en el hogar. Mis pies se recupera lentamente. Gracias a Robert, que ha hecho un trabajo de seguimiento y que gran masaje en los pies de altura tal, que summitted Makalu al final. Realmente lamento que no llegó a la cumbre. Hubiera sido un gran éxito colectivo. Gracias también a Andy, que hizo también un gran trabajo hasta que pude llegar a la cumbre Makalu.
En el Campo 3
Muchas gracias por todos sus correos electrónicos y su apoyo moral durante los últimos dos expediciones!
Hasta pronto!
Ueli Steck