No ha podido ser.
Cronica expedición Naturgas Hornbein 2009: 10-10-09
Llevamos 3 días abriendo ansiosos el e-mail para recibir el parte de tiempo cada mañana, con un halo de esperanza de que la intensidad del viento disminuya, pero cada día que pasa ocurre lo contrario: la fuerza del viento se intensifica 10 Km. /h más. Hoy nos dan rachas de 100 Km. /h en cima. Un autentico huracán. El ventarrón previsto para las siguientes jornadas ha cerrado bruscamente la “ventana entreabierta” que comentábamos hace unos días. Esa “ventana con corriente” que precisaba Alberto. La previsión da unos valores superiores a los 100 km/h y una disminución de 12 horas entre el martes y miércoles pero con fuerzas de 40-50 km/h a 8.000 metros para luego volver a intensificarse. Un viento de 45 km/h con una temperatura a 8.000 metros de -22º (según las tablas esa es la temperatura allí arriba) llevarían a una sensación térmica de casi -50º bajo cero. Sería una locura, un suicidio meterse en la pared en esas condiciones: las posibilidades de cumbre serían nulas y las de bajar congelado muy-muy altas.
Y no es que creamos ciegamente en lo que dicen los partes. Por desgracia, las previsiones y las tablas que venimos recibiendo estos días se están cumpliendo al 100%. En el mismo CB el viento da unos latigazos que hielan el cuerpo hasta el tuétano. Y por las noches hay rachas que zarandean la tienda de tal manera que se llevan los pensamientos al limbo de los sueños rotos. Ya por la mañana, cuando la cara norte del Everest nos mira desafiante, uno recuerda aquel extraño titulo que Felipe Uriarte puso a su libro sobre la ascensión del Everest, “Oscura cabeza humeante”, y comprende cuanta razón tenía. El viento azota con fuerza la cima de la montaña levantando jirones de nieve polvo, como haciendo señales de humo: “Chavales, aquí no vengáis, que lo vais a pasar muy mal”.
Y a pesar de todo es imposible no sentir esa mezcla de impotencia, frustración y resignación que sienten Mikel, Juan y Alberto en estos momentos. No ya por no conseguir la cima –empresa harto difícil aun acompañando el tiempo– sino por no poder intentarlo, por no poder medir su capacidad con esa fascinante ruta y pared. Eso es lo que más les duele. Septiembre fue esplendido y la fase de aclimatación se completó a la perfección y se pudo realizar un intento que se antojaba prematuro pero que las previsiones anunciaban como bueno. Sin embargo, el parte falló, y la nieve caída aquel día 25 trajo consigo una de las peores noches que Juan, Alberto y Mikel hayan pasado en altura. Las avalanchas sepultaron la tienda y aquel primer intento, pero los tres montañeros lograron escapar sanos y salvos.
Después, el tiempo no ha dado tregua. Octubre se presento con otro semblante y estas dos últimas semanas de espera han transcurrido con tiempo revuelto, nevadas y viento. Además, las temperaturas han bajado bruscamente, y sobre todo por las noches el termómetro desciende muy-muy por debajo de los 0ºC. No ha habido cuatro días limpios como para poder intentarlo otra vez. Cada día que pasaba, cada parte que llegaba a nuestro ordenador minaba las posibilidades de cumplir ese sueño de escalar el corredor Hornbein en estilo alpino. Hasta hoy, que, en vista de las previsiones y las fechas de vuelta que se nos vienen encima, han decidido que ya basta.
Queríamos agradecer la confianza y el apoyo que Naturgas y Bat Basque Team han depositado en este difícil y, a la vez, fascinante proyecto, y el empuje de todos los que, de alguna manera u otra, habéis seguido esta expedición y habéis acompañado el esfuerzo de Alberto, Juan y Mikel. Gracias, de veras, por estar ahí.
Esta vez no ha podido ser, pero los sueños incumplidos tienen esa ventaja, no se desvanecen al llegar a cima, puede uno seguir soñando con ellos.
Otra vez será.
Fuente: naturgashornbein09.com